Reseña de The Falcon and The Winter Soldier, episodio uno

Hoy se estrenó la segunda serie de Marvel Studios para la plataforma de streaming Disney+, The Falcon and The Winter Soldier y me resulta muy grato informarles que parecería ser que el estudio está de racha con estas nuevas producciones.

El producto que se nos presenta en esta ocasión difiere completamente de lo que pudimos ver en WandaVision, algo que siempre mencioné como una virtud del Universo Cinematográfico de Marvel a la hora de contar historias. A lo largo de sus más de 12 años han demostrado de que dentro del “genero de superhéroes” es posible presentar distintos subgéneros, consiguiendo de esta manera escapar de la repetición e innovar con producciones más arriesgadas.

En esta ocasión la historia que nos cuentan es comparable en tono a la película de “Capitán América y El Soldado del Invierno”, un thriller político, y no rompe el molde de lo que hemos visto anteriormente como si lo hizo WandaVision, pero esto no es algo negativo, no hay dudas de que la formula Marvel funciona. Los protagonistas de la serie, como su título lo indica, son Sam Wilson / The Falcon (Anthonie Mackie) y Bucky Barnes / The Winter Soldier (Sebastian Stan), personajes que hasta este momento no habían sido explorados en profundidad, y siempre se vieron relegados al papel de compañeros del Capitán América.

El episodio comienza con una escena de acción que no tiene nada que envidiarle a grandes sagas del genero como Misión Imposible o James Bond, dejando en claro que Disney no piensa escatimar en gastos a pesar de ser producciones para la pantalla chica. Pero, aunque es cierto que disfruto mucho de este tipo de escenas, es realmente el desarrollo de estos personajes lo que busco a la hora de ver estas series, y definitivamente es algo que veremos a los largo de los 6 episodios que la componen.

Debemos recordar que la historia toma lugar meses después del “bleep”, es decir la desaparición de medio Universo, por lo que veremos a nuestros héroes lidiar con las consecuencias de este acontecimiento. Tanto Sam como Bucky desaparecieron por 5 años, y durante ese tiempo el mundo cambió rotundamente, algunos se hicieron más poderosos mientras que otros lo perdieron todo.

En esta primera entrega vemos las vidas de nuestros protagonistas por separado, por un lado Sam busca estar más cerca de su familia, mientras que Bucky busca enmendar sus pecados (involuntarios) del pasado. Y en este tipo de escenas es que comenzamos a conectar y empatizar con estos personajes, vemos sus miedos, sus preocupaciones y lo que los hace humanos. El ritmo de este capitulo es algo lento, y no lo digo como algo negativo, es necesario que como espectadores entendamos qué es lo que estos héroes buscan proteger y porqué ponen sus vidas en riesgo una y otra vez.

En cuanto a las actuaciones, tanto Anthony Mackie como Sebastian Stan encuentran en estos momentos más dramáticos y personales la oportunidad de demostrar sus dotes. Stan presenta a un Bucky afligido, perdido en una época que no es la suya, mientras que Mackie saca a relucir su carisma natural. Más allá de que en anteriores entregas no había nada que criticarles en este aspecto, es cierto que no tenían mucho con lo que trabajar mientras competían en pantalla con los grandes jugadores como Iron Man y el Capitán América.

A pesar de ser un episodio “lento”, vemos algunas buenas escenas de acción y como ya nos tienen acostumbrados, este finaliza con una revelación que nos deja impacientes esperando al próximo viernes.

Así que para finalizar con esta primera reseña, debo decir que festejo el éxito de Marvel Studios, porque de no haber sido así no podríamos haber llegar a este punto en el que es posible explorar hasta a los personajes mas secundarios de la franquicia, logrando enriquecer aún mas nuestra experiencia como espectadores a la hora de ver los eventos culminantes de cada fase, como fueron Avengers Infinity War y Endgame.

¡Brindo por eso!

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