¿Vale la pena visitar los parques acuáticos de Walt Disney World?
Una pregunta que muchas personas se hacen cuando empiezan a planificar o soñar con su visita a Disney, es sí vale la pena incluir los parques acuáticos en su viaje. Este mismo interrogante lo tuve yo durante años, y por mucho tiempo preferí seguir con la duda y solo disfrutar de los parques temáticos.
Hace algunos años empecé a incluir estos parques en mis visitas a Orlando, he tenido la oportunidad de visitar Typhoon Lagoon en dos ocasiones y Blizzard Bleach en una ocasión, y debo decirles que estos parques tienen un encanto especial.
Usualmente en mis vacaciones suelo ir a alguno de estos dos parques una vez durante el viaje. Mi preferido es Typhoon Laggon porque tiene una temática más tropical y tiene un lugar muy especial en mi corazón por ser el primero que conocí, pero en Blizzard Beach está mi atracción preferida y por la temática me hace sentir como en navidad.
Suelo poner el día de la visita después de llevar ya varios días recorriendo los parques temáticos para poder tener un momento de bajar las revoluciones y poder descansar. Llego temprano al parque, aunque no tanto como a los otros, para poder conseguir una buena ubicación cerca a la piscina principal donde dejo mis cosas y enseguida entro a la piscina de olas a reírme un rato con mis hermanos mientras el agua nos pega varias sacudidas.

Después de estar ahí por un buen rato, con mi hermano menor nos encanta darle la vuelta completa al parque e ir parando en todas las atracciones que vamos encontrando para podernos subir. Honestamente, yo prefiero las atracciones acuáticas que son sobre un flotador porque me parecen más tranquilas y a la vez divertidas, pero a mi hermano le encantan las que son más extremas como la de Summit Plummet, que es un tobogán gigante que tiene una caída impresionante y algo aterradora: la considero solo apta para valientes.
Además de las múltiples atracciones acuáticas que tienen para todos los gustos, una de mis actividades preferidas queda en Blizzard Beach donde te montas a unas “sillas colgantes” para empezar a subir hacia la montaña como si fueras a lanzarte para hacer esquí. Claramente no terminas esquiando, pero la vista que tienes del parque mientras vas subiendo es impresionante, se ve una gran parte de este, además de ser un paseo muy relajante puedes ir mirando cuál será la siguiente atracción a la que quieres subir. Una de mis anécdotas preferidas es en esta atracción, cuando ya vas a llegar al final del recorrido un Cast Member te indica la forma como debes bajar rápidamente de las sillas porque la atracción no se detiene. Recuerdo que cuando la Cast Member nos dijo que debíamos “correr” rápido hacia adelante, nos dio un ataque de risa, que no podíamos controlar con mi mamá, porque las dos éramos cero deportistas en ese momento y corrimos como si el mundo se acabara. Obviamente no era necesario correr tan rápido y por eso después no podíamos parar de burlarnos de nosotras mismas.
Si prefieres tener un día más tranquilo y no tener que hacer filas (porque aunque sea un parque acuático, puede llegar a tener filas largas y muchas son bajo el sol), puedes tomarte todo con más calma como suele hacer mi mamá. Ella usualmente prefiere quedarse cerca de la piscina principal para tomar un poco de sol en la pura entrada de la piscina y relajarse ahí como si estuviera en la playa. Después de estar un buen rato descansado prefiere dar un paseo sobre un flotador por alguno de los “ríos” que le da la vuelta al parque. En esa actividad sí que nos divertimos porque tiene momentos donde sale agua de lugares que no esperas y es muy divertido estar a la expectativa de a quién va a mojar.
Después de disfrutar de bastantes atracciones solemos almorzar hacia las 2 de la tarde en alguno de los diferentes restaurantes de comida rápida que se encuentran en el lugar, para después poder ver las tiendas que suelen tener algunas artículos que no se consiguen en otras partes del complejo de Walt Disney World por ser exclusivos de los parques acuáticos. Por último, me encanta aprovechar para tomarme fotos con algunos de los personajes que están cerca a la entrada del parque. Es muy especial esta interacción con ellos porque están vestidos con trajes de baño o encuentras algunos no tan fáciles de ver como Lilo de Lilo y Stitch, eso si debes estar pendiente de cuando salen a saludar porque no están todo el tiempo.
En estos parques puedes pasar todo el día si así lo deseas o ir un poco menos de tiempo como hacemos con mi familia que solemos quedarnos hasta las 3-4 de la tarde y de ahí nos vamos de regreso al hotel para arreglarnos y poder pasar la noche recorriendo Disney Springs.
Para mi familia y para mí, estos parque son especiales y valen la pena conocerlos por lo menos una vez cada uno porque, aunque los dos son de agua, cada uno te ofrece actividades diferentes y la temática de los dos es impresionante. Además el hecho de poder descansar de los parques temáticas y aún así poder estar en un parque de Disney con todas las ventajas que esto tiene hace que valga aún más la pena incluirlos en el viaje.