¿Se puede visitar Disney con dificultad de movimiento? ¡Sí!
Hace tres años tuve una caída que requirió cirugía y que me obligó a permanecer encerrada en mi casa como Rapunzel en su torre y sin poder caminar por bastante tiempo.
Durante el encierro forzado provocado por Madre Gothel (así llamo a mi caída) dos pensamientos pululaban por mi cabeza: ¡Quiero volver a Disney! y ¡Tengo que salir de aquí!
Estando en silla de ruedas y sin poder poner peso a la pierna derecha, viajar a Disney (donde se camina tanto) puede parecer un sueño imposible, pero no para esta Disney entusiasta que cree fielmente que los sueños pueden convertirse en realidad.
“Todos nuestros sueños pueden convertirse en realidad si tenemos el coraje de perseguirlos.”-Walt Disney
Convencida de que este sueño podía convertirse en realidad me di a la tarea de investigar toda la información disponible en la web, sobre cómo viajar a Disney con problemas de movilidad, pero para mi sorpresa no existe mucha información o la que existe provoca más dudas sobre si vale o no la pena viajar.
Soy consciente de la importancia que tiene el sentirnos seguros, saber que no vamos a tener problemas de transportación, alojamiento, ni de acceso a los restaurantes y si podemos o no disfrutar de las atracciones en los parques. Es por ello que comparto mi experiencia con la idea de entusiasmar a aquellos que al igual que yo quieren disfrutar de los parques de Disney a pesar de la falta de movilidad.
Entiendo que cada persona es diferente y las circunstancias que enfrentan también, pero espero que mi historia les inspire a echar a un lado los miedos o dudas de viajar aun con problemas de movilidad y sacar el máximo de provecho de su viaje a Disney.
Luego de una aparatosa fractura, sumada a una difícil recuperación, viajar puede parecer una locura, pero no lo es. ¡Doy fe de ello!
¡Logré salir de la torre!
LA HISTORIA DEL VIAJE
Viajar a Disney requiere planificación, más aun cuando viajamos con problemas de movilidad. Visito los parques al menos dos veces al año junto a mi hija de 11 años y al mejor amigo del mundo.
Tenía planificado el viaje antes de la caída así que entré en “panic mode” porque no quería cancelarlo, pero tampoco sabía qué hacer ni con qué me iba a encontrar. Afortunadamente un ángel me hizo todos los arreglos en el hotel y cambió la reservación a una habitación con acceso a impedidos y “roll in shower” o ducha con acceso a la silla de ruedas. Me indicó además que podía alquilar un scooter o ECV y que lo llevaban al hotel.
Me comuniqué con la línea aérea para verificar que no iba a tener ningún inconveniente y me comuniqué además con el Disney Magical Express, que es la transportación gratuita que ofrecía Disney desde el aeropuerto a los huéspedes de sus hoteles y listo. Con la debida aprobación del médico me fui rumbo a mis parques favoritos aun sin poder caminar, pero con las alas de la imaginación funcionando a tope.
No todo es color de rosa y sí, hubo varios tropiezos en el camino, pero lo importante es sacar lo mejor de cada situación. El primer tropiezo fue al llegar al aeropuerto. Por algún motivo, que jamás supe el por qué, el estacionamiento del aeropuerto estaba lleno a capacidad y por poco perdemos el vuelo. Luego de mantener la calma (o aparentar estar calmada) y ser amable en todo momento, logramos subir al avión. En un abrir y cerrar de ojos ya estaba en Orlando (literal ya que siempre puedo dormir en el vuelo).
Cuando se viaja en sillón de ruedas uno sale último del avión, el personal que me asistió al llegar a Orlando estaba altamente capacitado para ayudarme a transferirme de mi asiento a la silla que entran al avión y luego de esa silla a la mía. Me sentí completamente segura (no así en otra ocasión, esa es otra historia).
Una vez fuera del avión nos fuimos rumbo al Disney Magical Express, sin tener que preocuparnos por las maletas ya que uno de los servicios que se obtenía al reservar el Magical Express es que las maletas llegaban a la habitación.
Al llegar al Magical Express, me preguntaron si podía caminar y les indiqué que no, por lo que hicieron una llamada y solicitaron una guagua (bus) con un elevador (“lift”) para poder subir a la misma sin necesidad de caminar.
Una vez dentro de la guagua se le puede solicitar al conductor que uno quiere transferirse a uno de los asientos y lo que hacen es que aseguran tu silla y uno va más cómodo. Si no puedes o no quieres transferirte te aseguran con todo y silla.
Al llegar al Disney’s Coronado Springs Resort (nuestro hotel), al igual que en el avión fuimos los últimos en salir de la guagua. Hicimos “check-in” (aunque las habitaciones no están disponibles hasta más tarde). Vale la pena señalar que el “check-in” puede hacerse online pero, prefiero el contacto humano y quería estar segura que mi habitación fuese la solicitada, o sea accesible para mi problema de movilidad. Cuando la habitación está lista se supone que recibes un mensaje de texto, pero no siempre es el caso. El único mensaje de texto que recibí fue el de que no estaba lista aún.
Tenía reservación para ir a desayunar a Kona Café y como Disney no ofrece transportación de guaguas entre los hoteles utilizamos el servicio de Minnie Van. Luego de desayunar nos transportamos en el Monorriel hasta el Grand Floridian y más tarde fuimos a Disney Springs para cenar con unos amigos.
De vuelta en el hotel y luego de un largo día tuvimos el segundo tropezón del viaje. En vista de que nunca recibimos el aviso de que la habitación estaba lista, fuimos nuevamente al mostrador, donde nos indicaron que sí ya estaba disponible, nos dieron un mapa y señalaron la ubicación de la habitación. Preguntamos donde podíamos recoger el scooter y una vez con mi scooter nos fuimos a la habitación. Al llegar a la misma… ¡sorpresa!, la habitación era una regular, sin acceso a impedidos y con bañera en lugar de ducha. En semi estado de pánico llamé al “front desk” para informar que no podía quedarme en esa habitación que necesitaba una con ducha, no con bañera e inmediatamente me indicaron que fuera a otra habitación. La nueva habitación tenía ducha, pero no era el “roll-in shower”, por lo que volví a llamar al “front desk”. Antes de llamar verifiqué el correo electrónico con la confirmación del hotel para asegurarme que se había solicitado una habitación con “roll-in shower” pero luego de una larga espera en el teléfono me indicaron que no tenían habitaciones disponibles hasta el día siguiente y ofrecieron llevarme un “transfer bench”. No tuve más remedio que aceptarlo y esperar al día siguiente para el cambio de habitación.
Al siguiente día teníamos planes de visitar Animal Kingdom y decidí irme a disfrutar del parque y olvidarme del asunto de la habitación.
Poder hacer “Flight of Passage” en Pandora fue un momento memorable para mi. Dejé fluir mi imaginación y me transporté a Pandora sobre un Banshee. Durante el vuelo no pensé en mi accidente, ni en la habitación, ni en mi impedimento, estaba volando por Pandora. “¡Sivako!”
Luego de disfrutar de varias atracciones, buena comida y un día maravilloso al llegar al hotel nuevamente fui al mostrador para ver si se había resuelto el asunto de la habitación. La chica muy amable nos dijo que sí, ellos se encargaron de llevarnos las maletas y cuando llegamos a la habitación ¡Otra sorpresa! Esta vez, la sorpresa fue agradable, nos dieron una habitación superior, una suite con “roll-in shower”.
10 COSAS QUE APRENDI CON ESTE VIAJE
- Al momento de hacer la reservación hay que buscar que la habitación tenga ducha y, de así requerirlo, especificar las palabras mágicas: “roll in shower”.
- Al reservar el Disney Magical Express (ahora “Mears Connect”) especificar “wheelchair accesible”.
- Al hacer reservaciones en los restaurantes especificar “wheelchair accesible”
- Alquilar el scooter con compañías aprobadas por Disney es más cómodo.
- Al llegar al hotel, asegurarse en el mostrador que tienen el tipo de habitación solicitada en la reservación y no confiar en cuando lleguen a la habitación.
- Sí. Se puede disfrutar de muchas atracciones en cada uno de los parques.
- Manejar el scooter puede representar un reto cuando los parques están llenos, pero no es imposible hacerlo.
- La mayoría de los choferes de las guaguas son amables y ayudan, pero siempre hay uno que no lo es.
- Tener paciencia en todo momento. A fin de cuentas, no vale la pena estar apurado, además no debemos olvidar que estamos en “vacation mode” así que… ¡A relajarse!
- Mantener una actitud positiva para disfrutar al máximo la experiencia.
Por último, recuerda que lo antes expresado se basa única y exclusivamente en mi experiencia, puede que la tuya sea diferente, pero espero que lo que he compartido te sirva de ayuda y/o inspiración a viajar aún con problemas de movilidad.
Es interesante como uno no se percata de ciertas cosas hasta que las necesita, me encantó su historia.